¿Qué es la hipnosis y que trata?

La hipnosis como tal es un estado de relajación o ensoñación que se asemeja al sueño, donde estamos conscientes de lo que ocurre en nuestro entorno, tanto como los ruidos y olores, donde la persona puede abrir sus ojos, caminar o potenciar la atención hacia pensamientos específicos y de interés. Se puede decir que es la herramienta más rápida y eficaz de la psicología para sanar la salud mental y emocional. 

 

La hipnoterapia es un técnica que se dedica a tratar diferentes trastornos de la mente que tienen su origen en un conflicto emocional o psíquico. La hipnosis tiene el potencial de tratar fobias, miedos, tristezas, baja autoestima, inseguridad, complejos, migraña, obsesiones, alergias, entre otras. También puede aliviar dolores físicos tanto crónicos como agudos en lo cuales por medio de diversos tratamientos convencionales no se ha podido resolver. Se puede recordar eventos olvidados, re-programar conductas, potenciar recursos y facultades del cuerpo. 

 

Muchas veces con la técnica también se pueden resolver dudas sobre la vida, donde las personas necesitan una cierta orientación espiritual para lograr avanzar, conocer el camino o misión de vida a seguir o tener un profundo conocimiento interior. Con ello el contacto con la mente subconsciente y también con la mente superior permite tener respuestas de esta índole experimentando muchas veces una inteligencia superior que contesta de modos sorprendentes. Esta situación dependerá de la necesidad de búsqueda de la persona y del grado de evolución. Por esto mismo, la hipnoterapia puede ser una herramienta espiritual trabando directamente con el alma de la persona donde reside todo el conocimiento de quien se es y de paso experimentar muchas veces un contacto con guias espirituales o maestros quienes reorientan al consultante hacia una visión más amplia de esta u otras vidas anteriores que potencialmente se puedan recordar.

 

Garantía sobre los resultados

Como en cualquier terapia no todas las personas tienen la misma facilidad para ayudarse. Esta resistencia puede crear un obstáculo frente a la ayuda que se le está ofreciendo aunque se tratase con la mejor terapia del mundo. Tampoco se garantiza que la persona pueda o no ser hipnotizable. Esto es debido a que el paciente lleva consigo ideas o preconceptos sobre la propia terapia. Si ese paciente es muy analítico o tiene una mente muy dispersa, es muy probable que le cueste aún más entrar en la hipnosis. Por otro lado, también dependerá de las cargas que traiga consigo y que estás obstaculicen el procedimiento como factor resistente. La terapia de hipnosis no es para todo el mundo porque dependerá del grado de consciencia que tenga la persona. Los resultados finales dependerán de lo anterior y generalmente tienden a tomar un tiempo considerable dependiendo de cada cuerpo.

 

Resistencias a la hipnosis

Presenta resistencia a la hipnosis quien es muy racional, está esperando "conectarse", tiene ansiedad por saber en qué momento lo hipnotizan, o quiere que lo toquen mágicamente y quede profundamente dormido, y que cuando despierte esté como nuevo: sin miedos, sin resentimientos y sano de todas sus dolencias y adicciones. También presenta dificultad quien llega a la terapia acompañado de alguien en quien no confía sus secretos (piensa que le pueden hacer decir algo que oculta), tiene afán para viajar o asistir a un compromiso.


Por otro lado es imposible de hipnotizar niños inquietos y personas de avanzada edad por su dispersión mental así como también personas bajo el efecto del alcohol o alguna droga, personas muy sumisas y con retraso mental.

Terapia regresiva y vidas pasadas

La terapia regresiva es cuando el terapeuta utiliza técnicas para regresar al paciente al origen de sus problemas físicos, emocionales o mentales donde se puede conocer la raíz y el por qué del síntoma ayudando a la persona a tomar consciencia real y permitiéndole al cuerpo entrar en sanación con la situación. Con ello podemos volver al punto de partida de todas sus dudas que muchas veces conscientemente no ha podido resolver. En ella el paciente revive las experiencias, y reconoce esa memoria perdida que permanecía oculta en lo más profundo de su mente. El paciente puede visualizar o sentir como si fuese un recuerdo y con ello le permite armar el puzzle asociando la situación con su vida actual. La regresión sea como se presente siempre es segura porque la mente sabe específicamente lo que conviene o no mostrar agregando además que el hipnoterapeuta va guiando la situación ocupando métodos para que la persona lo reviva de la mejor forma o le permita distanciarse de lo que imagina.

 

Cuando se realiza la terapia regresiva se puede experimentar lo que muchos llaman vivencia a vidas pasadas. En la hipnosis se presentan generalmente situaciones que pueden llevar a la persona a tener recuerdos sobre la infancia (en la gran mayoría de las veces), los momentos de vida dentro del útero materno y quizás muy frecuentemente, como lo veo en mi experiencia como hipnoterapeuta,  que el paciente rompe el umbral viajando a otra vida muy diferente de la actual. En esta última se muestran otras identidades, aparecen personas de otra época y vivencias de otros países donde esa persona nunca ha pisado jamás. Teniendo en cuenta esto, no podemos determinar que sea real o ficticio, ya que la mente tiene la capacidad de darle herramientas al paciente para poder construir un imaginario y ayudarle a sanar el problema que lo trajo. No podemos descartar posibilidades de ningún tipo, ya que todo esta abierto a ser analizado y cada uno puede sacar sus propias conclusiones, por lo tanto el paciente será el primero y último en concluir algo para su propia evolución. Hay que mencionar además que no importa si se comprueba o no el hecho de estás existencias, porque lo verdaderamente importante es que la persona resuelva su situación y se libere de los conflictos emocionales que trae en su presente. En este sentido, la hipnosis se utiliza como medio de sanación y no como de demostración. Hay que dejar muy en claro que la terapia de hipnosis regresiva no se basa en ningún tipo de religión, filosofía o ciencia oculta, por el contrario, es un técnica ocupada por la psicología.

La  reencarnación

Dentro del término de "vidas pasadas" se habla mucho de la reencarnación, un concepto que muchas culturas orientales llevan adaptadas a su vida desde miles de años. Por el contrario, occidente se ha sentido ajeno a esta idea y por el cual no concibe culturalmente que después de la muerte exista algo más. La reencarnación se define entonces como la habilidad del ser para tomar vida en otro cuerpo físico después de su muerte. Con esto podemos hacer referencia al poder de "renacer" mencionando varios ejemplos de la historia en donde se habla sobre esta capacidad.

 

En la antigua cultura de los primeros cristianos podemos encontrar el término "resurrección" que no es más que la creencia del poder de renacer del mismo cuerpo actual, pero que solo unos cuantos podían experimentarla. Este término utilizado por el cristianismo arcaico no permaneció mucho tiempo hasta el segundo concilio de Constantinopla en el año 543 donde el emperador Justiniano prohibió hablar de ello como condición para que los cristianos de la época pudieran ejercer su libre ejercicio de culto. Los judíos también creían en la resurrección como promesa de una vida nueva y en donde la persona tenia el poder de nacer con el mismo cuerpo en la siguiente vida, cosa que por lógica pura y por naturaleza sabemos que eso no ocurre. Los antiguos egipcios, griegos y celtas realizaban culto a la muerte porque entendían la transmigración del espíritu como el viaje del alma del último cuerpo a otro nuevo. Podemos encontrar también al hinduismo como una religión que se basa en el concepto de eternidad. Esta eternidad como tal refiere al ser humano como un espíritu inmerso en un ciclo de reencarnaciones materiales por las cuales se acerca al universo espiritual del equilibrio. La esencia individual no muere luego de la muerte del cuerpo sino que sigue extendiéndose en otros cuerpos. Esta esencia o alma no se limita al cuerpo mortal sino que sigue avanzando hacia la experiencia entre lo material y espiritual. En el caso de los budistas, ellos prefieren utilizar el término "renacimiento" como creencia en el que el ser humano renacerá de acuerdo a los actos que realice en vida como consecuencia del "Karma" y en el que el ser no decide que cuerpo adoptar sino que las fuerzas del universo se encargan de adaptarle uno de acuerdo a la ley de causa y efecto. El budismo además no cree en el alma como eterna sino donde el ser está condicionado por "fuerzas" o "energías" continuas que determinan la vida material y en el que el individuo debe "liberarse" del sufrimiento y el deseo. Para hacerlo debe reconocer que la vida es ilusión para finalmente fundirse con el "todo" y despojarse del ciclo del renacimiento (nirvana) como lo hizo el mismo Siddartha Gautama (Buda).

 

La primera vez que se utiliza la palabra "reencarnación" fue con Allan Kardec: un médico, científico, escritor y filósofo francés de mitad del siglo XIX quien utiliza el término en sus trabajos de investigación y que define como la capacidad del espíritu para volver a tomar forma corporal.

 

Este repaso sobre la reencarnación es netamente una manera de definir el término y ayudando a entender su procedencia con datos históricos, por lo que cada uno debe por si mismo sacar sus propias conclusiones ya que no es una verdad absoluta.  

¿Qué significa "hipnosis"?

El término HIPNOSIS proviene del griego "Hypnos" que significa "sueño". Fue James Braid un médico escocés quien por primera vez en 1843 menciona esta palabra porque consideró que los pacientes se comportaban como dormidos. Posteriormente quiso retractarse de aquello porque se descubrió años después que los sujetos no dormían sino que permanecían conscientes en un estado de relajación profunda o trance. Lamentablemente no pudo hacer nada porque el término ya se había propagado popularmente entre quienes trabajaban con la técnica. Actualmente la ciencia puede corroborar que la hipnosis no es más que un estado alterado de consciencia porque el cerebro emite ondas o frecuencias medibles y estás pueden ofrecer en conclusión datos que nos permiten conocer en que situación la persona se encuentra.